El amor, el desamor, las relaciones interpersonales y las preguntas individuales son gran parte de la inspiración de Neysa Blay, una cantautora puertorriqueña que ha decidido que decir cosas valiosas y sinceras es más importante que encajar en los modelos actuales del pop latino.
Nacida en Cabo Rojo, Puerto Rico, Neysa fue criada en un ambiente en el que la música era sumamente importante y desde muy temprano sus padres la animaron a seguir su vocación por el canto. “En mi casa había música siempre. Mis padres tenían amigos muy bohemios, de esos que empiezan a tocar guitarra y a cantar después de tomarse un par de rones. Yo siempre los acompañaba a sus fiestas, así que empecé a cantar muy temprano y de forma natural”, afirma Blay.
Sus primeras influencias incluyeron intérpretes puertorriqueñas y latinoamericanas orientadas al pop y la balada como Ednita Nazario, Yolandita Monge, Daniela Romo, Paloma San Basilio y Rocío Dúrcal. “Las mujeres siguen siendo una influencia muy importante para mí, particularmente las que tienen algo importante qué decir. Por más que he escuchado mucha música a lo largo de mi vida, sigo volviendo a las intérpretes que tienen un mensaje claro en sus canciones”, expresa la cantante.
Los tintes psicodélicos de su música se deben a su admiración e influencias de las mujeres de la escena alternativa en los 90’s como Alanis Morissette, Gwen Stefani, Garbage, PJ Harvey, Fiona Apple, Courtney Love.
Neysa Blay es el claro ejemplo de las mujeres empoderadas, donde un fracaso, cualquiera que sea, lo convierte en una oportunidad.
